Ibai Panés Mateu era un chico muy acomplejado, se veía horrible al espejo, no se ponía las camisetas que le gustaban por verguenza y por más que lo intentaba no consegía perder grasa.

No obstante, decidió tomar acción y empezó a investigar, a comer y a entrenar un poquito mejor, años después, consiguió el físico que siempre deseo, y ahora, se dedica a ahorrar años de frustración a gente que se encuentra en su misma situación tiempo atrás...

Evitando que caigan en falsos mitos, malgasten su tiempo y cometan los mismos errores letales que le condenaron al bucle del fracaso constante.